miércoles, 15 de octubre de 2008



Hermes es hijo de Zeus y de Maya (hija del Titán Atlas.) Es el dios olímpico de los viajeros, poeta, del atletismo y de los ladrones. Hermes es el heraldo y mensajero de los dioses.
Es representado con un sombrero y unas sandalias que poseen unas alas con las que vuela. En una mano lleva un caduceo (vara de olivo adornada con guirnaldas). Sus símbolos son el gallo y la tortuga, y se le puede reconocer por llevar una especie de monedero. Hermes fue ladrón desde que nació. Inventó la lira y en la cultura romana se le atribuye el nombre de Mercurio.

martes, 7 de octubre de 2008

LEYENDA DE LUCRECIA


Lucrecia era hija de Spurio Lucrecio Triciptino. Era una mujer hacendosa, honesta y hermosa. Se casó con Colatino. Su belleza impresionó al hijo de Lucio Tarquinio el Soberbio. Este le pidió aposento cuando su marido, Colatino, se había marchado. Al caer la noche, entró en su habitación y la violó, pero ella creía que era su marido. A la mañana siguiente se lo contó a su padre y a su marido, pero Lucrecia se suicidó clavándose un puñal en el pecho. La muerte de Lucrecia afectó a la desaparición de la monarquía y a la aparición de la República, ya que Lucio Tarquinio el Soberbio fue expulsado por permitir la violación de Lucrecia. Lucio Junio Bruto y Lucio Tarquinio Colatino, sobrino de Tarquinio y viudo de Lucrecia, fueron los primeros en dirigir la República.

viernes, 3 de octubre de 2008

RAPTO DE LAS SABINAS


La población de Roma era masculina. Para solucionarlo, Rómulo organizó unas pruebas deportivas en honor del dios Neptuno e invitó a los pueblos cercanos. Acudieron varios, pero los habitantes de la Sabinia fueron a Roma con sus mujeres e hijos y dirigidos por su rey. Comenzaron los juegos y al hacer una señal cada uno de los habitantes de Roma raptó a una mujer, echando después a los hombres. Los romanos convencieron a las mujeres de que sólo querían que fuesen sus esposas y que deberían de estar orgullosas por formar parte de un pueblo que había sido elegido por los dioses. Las sabinas pusieron una regla a la hora de contraer matrimonio: en el hogar solo se ocuparían del telar, sin ser obligadas a realizar otros trabajos domésticos, y gobernarían la casa. Los sabinos, enfadados por la traición y el rapto de sus mujeres, atacaron a los romanos, a los que acorralaron en el Capitolio. Contaron con la ayuda de Tarpeya, una sabina, que les dio su ayuda a cambio de sus brazaletes. Los sabinos aceptaron el trato, pero en vez de joyas le dieron sus escudos, con los que la hicieron morir aplastada. La zona donde murió recibió el nombre de Roca de Tarpeya, desde la que se arrojaba a las personas que habían traicionado. Cuando la batalla final iba a comenzar, las sabinas se interpusieron entre los combatientes para que dejasen de matarse porque si ganaban los romanos perdían a sus padres y hermanos, y si ganaban los sabinos perdían a sus maridos e hijos. Las sabinas les hicieron razonar y al final celebraron un banquete para festejar la reconciliación. El rey de Sabinia, Tito Tácio, y Rómulo formaron una diarquía en Roma hasta la muerte de Tito.


LEYENDA DE LA FUNDACIÓN DE ROMA. RÓMULO Y REMO


El príncipe troyano Eneas escapó de la destrucción de la ciudad de Troya junto a su padre y su hijo. Navegó por el mediterráneo. En Cartago se enamoró de Dido, y al marcharse, ella se suicidó. Finalmente llegó a la costa del Lacio, donde contrajo matrimonio con la hija del rey Latino, Lavinia. Eneas fundó una ciudad a la que llamó Lavinium. Al morir, le sucedió su hijo Julo Ascanio, que fundó la ciudad de Alba Longa. Después le sucedieron varios reyes. En ese tiempo no surgieron problemas, hasta que llegó Procas, que dejó a sus dos hijos, Numítor y Amulio. Numítor era el heredero al trono, pero su hermano Amulio se lo arrebató matando a todos sus sobrinos. Amulio dejó viva a Rhea Silvia, pero la obligó a prestar servicio a las Vestales. Rhea Silvia fue fecundada por el dios Marte y tuvo dos hijos gemelos, Rómulo y Remo. Amulio cogió a los niños y los metió en una cesta que después lanzó al río Tíber. Una loba los acogió y los amamantó hasta que Faústulo, un pastor, los encontró. Un día, Remo atacó los rebaños del rey y fue llevado a Alba. Su hermano fue a ayudarle, lo liberó y le devolvió el trono a su abuelo Numítor. Los dos hermanos fundaron una ciudad a las orillas del río Tíber, en el lugar donde la loba los encontró. Rómulo y Remo tenían que decidir quien sería el rey y que nombre tendría la ciudad. Para eso consultaron a los dioses y esperaron a que se manifestase su voluntad divina por medio de aves. Remo vio seis buitres, y Rómulo doce. Empezaron a pelearse y en medio de la pelea Remo murió. Rómulo fue el rey y puso el nombre de Roma a la ciudad.

jueves, 2 de octubre de 2008

DESTRONAMIENTO DE CRONO



Crono se casó con su hermana Rea. La Madre Tierra y Urano profetizaron que uno de sus hijos le destronaría. Por ello Crono se tragaba a todos sus hijos: Hestia, Deméter, Hera, Hades y Posidón. Rea estaba enfadada, y cuando dio a luz a Zeus, se lo entregó a la Madre Tierra para que Crono no se lo tragara. Gea escondió a Zeus en el monte Egeo, donde unas ninfas y la cabra Amaltea lo cuidarían. Los Curetes se encargaban de que Crono no escuchara el llanto de su hijo. Rea engañó a Crono, dándole una piedra en lugar de darle a Zeus. Cuando Zeus creció, fue en busca de su prima Metis, que le dio una poción para que Crono vomitase a sus hermanos, y así ocurrió. Los Titanes comenzaron una guerra contra Zeus y sus hermanos, eligiendo a Atlas como jefe. La guerra duró diez años, pero al final, Gea les otorgó la victoria a Zeus y sus hermanos. Zeus encerró a los Titanes en el Tártaro después de haber liberado a los Hecatonquiros y a los Cíclopes. Éstos le entregaron un rayo a Zeus, un tridente a Posidón y un casco a Hades. Atlas recibió el castigo de sostener los cielos bajo sus hombros.